10 de marzo de 2007

Perdí mi comunación un instante quebrado de la conciencia como el vaso que riega el whysky que yace tirado encima de la mesa de un bar viejo, así como el whysky escurrido, se escurrió mi canto y mi oración pagana. Momentos de rudeza contínuos en cascada sobre la mente torpe sobre le corazón acelerado Mente dementes demente desquiciada los ojos entrecerrados mientras las palabras tratan de articularse solas y logro solamente vociferar cantos no audibles, no conscientes. No recuerdo la visión del dragón infernal no recuerdo la noche más que recuadros más que momentos efímeros mientras, en una madrugada mientras con aliento a cloaca recorro los rincones del baño cuelgo el vómito de este viaje a ninguna parte