14 de octubre de 2007

reptil

REPTIL Humedad nocturna que brota por los muslos Humedad como el canto de sirenas, marino, místico, rítmico La mirada perdida tras los ojos vidriosos, Mientras se colapsan el corazón en una colisión de vientres. Parece que hablas con Dios durante un instante, momento ínfimo, momento íntimo Las palabras que dice Dios entonces toman rostro femenino, rostro divino y su lengua lunar acaricia los sueños perpetuos dicha lengua acaricia el paladar con un sabor a licor de malta que se evapora tras una nube de neón púrpura. Me arrastro entonces por debajo de la piel de Dios Repto buscando el centro, el núcleo, el silencio tras el espasmo corpóreo Busco en un andar infinito, los huesos, los labios, la espalda, Busco los ojos, la mirada verde, busco el silencio, las palabras amorosas, Encuentro el infinito en un pequeño espacio de mi mente, El cosmos estalla. El silencio se fractura sobre la nube de tinta púrpura. Entonces la humedad nocturna repta por los muslos, Surge sed hambrienta de carne líquida Sueños infinitos recorren el interior oscuro de mis ojos, detrás de mi mente, Detrás de mi conciencia que alterada se encuentra tras los besos fluidos.