31 de enero de 2008

necronomista

No podía escribir mucho sobre lo que pasó, la sangre del cadáver se escurría con tanta ligereza mientras su cabello se transformaba en un viejo trapeador, no podía escribir mucho, las nauseas molestaban a mis dedos. Hubiera preferido el boletín de la tarde, aunque ese ya no tiene el aroma a los difuntos que a veces miro ya la nausea molestaba mis piernas y los dedos quedaban quietos; no podía escribir nada, trataba de no pensar en la familia del cadáver que subían a una camioneta blanca. A lo lejos escuchaba el crujir de sirenas que anunciaban la muerte o más bien que se la llevaban a dormir el sueño eterno, a esa muerte ya no le afectaba la nausea, al menos ya no tendría miedo a dormir con la luz apagada esta noche.

3 de enero de 2008

OSCURO MORDIZCO

Puedo escuchar tu voz cósmica que circula mis piernas, un temblor espasmódico que violenta mi entorno y mi conciencia.
Tú sombra de mujer fantasma, tu sombra rodea mis oidos y mi garganta escucho ahora y entonces tus sueños no existe el dolor punzante en las manos, ni en los huesos, ni en la playa, ni en la noche; no existe después del ritual de acariciarte. Revuelco mi apetito de sangre sobre tu cuello ahí en esa zona mi ácida boca succiona tu médula, mientras tus muslos se transforman en caramelo líquido en tu cuello, escucho y experimento la muerte y lo eterno. Puedo escuchar tu voz cósmica recorrer mis neuronas, recorre mi sangre y mis arterias llenas de melancolía y llenas de noche mientras mis manos se oxidan cuando se alejan de tu piel cuando se alejan de tus senos ven a mi mundo, cae en el abismo desconocido, cae en medio de las lagunas de sangre

EN INCONTABLES OCASIONES HE LLEGADO A MEDITAR QUE EL MUNDO GIRA ENTORNO A LA LOCURA Y EL HOMBRE GIRA ENORNO A L SOMBRA QUE DEJA ESA LOCURA EN EL MUNDO