LA MAROMA DEL SR. PANCRACIO

75 AÑOS DE LEYENDAS, MAROMAS Y MÁSCARAS

Tras cumplirse ya los primeros 75 años en nuestro país, la Lucha Libre Mexicana ha demostrado que es un deporte de alto impacto, el cual ha logrado penetrar en la conciencia del colectivo imaginario de todo el pueblo mexicano, encontrando aficionados entre niños, mujeres y hombres, de los más variados niveles socioeconómicos. Han sido 75 años desde aquel lejano 1910, cuando llegó a nuestro país la compañía del campeón italiano Giovanni Relesevitch, quien de acuerdo a los reportes de esos tiempos, fue de los primeros arriesgados hombres, quien organizó eventos de este deporte, sin embargo el más reconocido promotor, luchador y difusor de la lucha Libre Mexicana ya en forma, fue Salvador Luteroth González, quien no solamente lograría fundar a LA MONUMENTAL ARENA MÉXICO, sino quien fundaría también la empresa más prestigiada y seria de lucha libre, dicha empresa se llamó en un principio, Empresa Mexicana de Lucha Libre. Luteroth Gonzáles fue un hombre de visión quien buscaba en algunos teatros de la ciudad de México, como el antiguo Teatro Chino y otras localidades, pero cabe señalar que de acuerdo a crónicas de la época, fue muy difícil para este empresario y sus secuaces lograr la aceptación del difícil público mexicano en torno a estos eventos. Salvador Lutherot, encontró entonces a la anteriormente llamada Arena Modelo, a la cual prácticamente habría que volver a construir, ya que se encontraba en muy mal estado, sin embargo los esfuerzos y un golpe de suerte a un premio de 40 mil pesos de esa época, de la lotería nacional, lograron hacer que los sueños de este personaje se hicieran realidad, y se transformó entonces en lo que ahora conocemos como la Monumental Arena México, hecho registrado el 21 de septiembre de 1954, desde donde ya se había cumplido el primer aniversario de la Lucha Libre en México. Y desde hace 75 años, el encordado de 3 cuerdas y 6 por 6 metros, ha sido un escenario bautizado por la sangre, sudor, el aliento y el sacrificio, tanto de guerreras como guerreros, quienes además de haber dejado sus huesos, su piel, y su vida, para ganarse el afecto y respeto de un público cada vez más exigente; han dejado también su alma y su aliento, para quizás también ganarse un espacio en esa galería de leyendas, en esa galería de inmortales, ahí donde han dicho que el Enmascarado de Plata tras su muerte, se encuentra luchando en una lejana galaxia.